La reciente declaración del Vicepresidente de los EEUU, Mike Pence, demuestra una violación del marco jurídico internacional, por cuanto representa una evidente injerencia en los asuntos internos de nuestro país. Veamos:
"Déjenme expresarles el inquebrantable respaldo de los Estados Unidos, mientras ustedes, el pueblo de Venezuela, elevan sus voces en el llamado a la libertad. Nicolás Maduro es un dictador que carece de legitimidad para ejercer el poder. Nunca ha ganado la presidencia a través de elecciones justas y libres y se ha mantenido en el poder arrestando a cualquier persona que se ha atrevido a oponérsele. Estados Unidos se une a todas las naciones amantes de la libertad en reconocer a la Asamblea Nacional como el último vestigio de democracia en el país, siendo el único organismo escogido por ustedes, el pueblo. Y por ello, Estados Unidos respalda la valiente decisión de Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional de ustedes, de hacer uso de los poderes constitucionales de ese organismo de declarar a Nicolás Maduro como un usurpador y convocar al establecimiento de un gobierno de transición. Mientras ustedes salen a hacer escuchar sus voces, en nombre del pueblo estadounidense, les decimos a toda la gente buena de Venezuela: estamos con ustedes, estamos de pie al lado de ustedes y seguiremos con ustedes hasta que la democracia sea restaurada y ustedes reconquisten su herencia de libertad."
Palabras a las que se suman luego las del Secretario de Estado de los EEUU, Mike Pompeo, en su cuenta twitter:
"La Asamblea Nacional sigue siendo el único organismo democráticamente elegido de Venezuela. El Tribunal Supremo de Justicia no tiene más legitimidad que Maduro. Apoyamos el llamado a todos los venezolanos a trabajar juntos pacíficamente para restablecer el gobierno constitucional y la democracia en Venezuela."
Haciendo alusión a la decisión soberana del TSJ en Caracas, de anular el nombramiento de la nueva directiva de la Asamblea Nacional (AN), presidida por Juan Guaidó, por continuo desacato; agregando: "la AN no puede erigirse en Tribunal Supremo de Justicia para declarar una pretendida usurpación [la presidencia de Nicolás Maduro]".
Ambos discursos, de Pence y Pompeo, obviamente están dirigidos a resucitar la masa opositora venezolana aun dormida, para volver a la calle; la cual se prestará sin prurito alguno a traicionar la Patria, mediante acciones seguramente violentas, acatando sumisamente las instrucciones del gerente del circo, su único líder, el Tío Sam.
Por ello, no resulta táctico que le prestemos atención a las provocaciones que emanen de la espuria y lacaya Asamblea Nacional, dejándola que se siga cocinando en su propia salsa hasta este año; entendiendo que nuestra principal estrategia de contraofensiva política se debe centrar en denunciar en todos los escenarios internacionales que sean competentes, al gobierno de Donald Trump y sus adláteres regionales (OEA, Grupo de Lima), fieles voceros de los intereses de la élite mundial, auténtica dueña del circo.
Más aún, si tales instancias propician la desestabilización dentro de nuestras fronteras con repercusión en la paz y seguridad de Latinoamérica y El Caribe, además de expandirse a otras latitudes.
En este sentido, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene entre sus funciones:
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Mantener la paz y la seguridad internacionales de conformidad con los propósitos y principios de las Naciones Unidas;
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Investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción internacional;
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Recomendar métodos de ajuste de tales controversias, o condiciones de arreglo;
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Determinar si existe una amenaza a la paz o un acto de agresión y recomendar qué medidas se deben adoptar.
Por su parte, la Corte Internacional de Justicia desempeña una doble misión: "el arreglo conforme al derecho internacional de controversias que le sean sometidas por los Estados, y la emisión de dictámenes sobre cuestiones jurídicas que le sometan los órganos u organismos del sistema de Naciones Unidas". Ahí están las criminales medidas económicas y financieras impuestas por el gobierno de Trump contra nuestro Estado-Nación, sometiendo al pueblo venezolano a la desnutrición y a una merma considerable de su salud física y mental.
¡Actuemos pues, sin dilación alguna!; por su puesto, siempre atentos a las acciones golpistas emprendidas dentro de nuestro país, manteniendo permanentemente al bravo e irreverente pueblo movilizado en las calles y a la leal Fuerza Armada Nacional Bolivariana y demás órganos de seguridad y defensa, actuando a diario con apego estricto a la Constitución.
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!